a pesar de lo que pueda aparentar exteriormente, un esclavo es un ser inseguro. puede ser directivo de una gran empresa y un monstruo de las finanzas, pero en lo más profundo de su ser la inestabilidad acecha. el motivo no es otro que el saber, o intuir si no has llegado a ese grado de conocimiento, que no es en la cima del mundo donde debes estar, sino a los pies de tu Amo. muchos sumisos nunca llegan a experimentar esa sensación de arrodillarse ante una persona y decirle "si, mi Amo"; o de lamer sus botas en señal de sumisión, o de obedecer y realizar algo que les cuesta muchísimo.
en el otro extremo están aquellos que sí han tenido esta experiencia y que además se reafirman en ella, sienten como su Amo los refuerza y mantiene en sumisión. comprueban cada día cómo han encontrado un lugar en el mundo y no quieren estar en otro sitio sino allí. las manos de su AMO, la mirada de su Dueño, las palabras de su Señor, son suficientes para mantenerlos vivos.
1 comentario:
Asi es es el alimento nuestro...sin el no somos nada
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