el invierno llega, y se convierte en el momento ideal para llevar cuero y botas, por eso será tal vez una de las estaciones preferidas de este perro. sin embargo el invierno también trae días grises y momentos tristes. este perro, por ejemplo, está convencido de que sufre un cierto grado de depresión estacional, también llamado trastorno afectivo estacional. no es muy acusado en este perro pero sí que nota que la melancolía aumenta en invierno y cuando atardece, algo relacionado con la falta de luz. puede parecer irónico en un perro que desea vivir en una mazmorra, pero es así.
el tema es que tiene solución porque bastan unas botas y un buen cuero para que este perro se anime: las botas lo separan del suelo, lo ponen por encima de la realidad; y el cuero lo protege de la tristeza. este perro es así de simple.
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