llevo dignamente la orden de mantenerme en castidad. no siento la necesidad de buscar desesperadamente una sesión o algo así. esto ha introducido un elemento tranquilizador que le hace a este perro cuestionarse seriamente su sumisión. ¿es la prohibición más dura que la posibilidad? es decir, ahora que puedo tener una sesión, aunque no la tenga, ¿la castidad es más llevadera? empiezo a pensar que sí. lo cual plantea nuevas preguntas, porque si el objetivo es que no tenga sexo, entonces basta que se me permita hacerlo pero se establezca que desagradaría a mi AMO para que no lo hiciera, pero ¿y si lo que se predente es precisamente torturar al esclavo no sólo dejándolo a su criterio, sino impidiéndoselo con un dispositivo? en un primer momento mi Dueño me dijo que la próxima vez que me ordeñara sería en su presencia. luego me ordenó ordeñarme porque veía a este esclavo muy tenso y así me relajaría. hasta a este perro le sorprendió que el efecto no fuera el buscado. tal vez sencillamente estamos buscando el punto justo, la forma correcta de mantener la castidad. cuando este perro está fuerte, muy fuerte, se siente capaz de aguantar el tiempo necesario hasta ordeñarse delante de su AMO, pero también es cierto que la no vida crea tensiones, muchas y fuertes tensiones, y que el sexo es una forma de canalizarlas. en el caso de este perro el bdsm es equivalente a una terapia, a un reinicio de todo. a veces me siento como esos ordenadores lentos que van más lentos incluso que nuestras manos.y que necesitan reincializarse para empezar a funcionar algo mejor. la lejanía con mi Dueño hace que la terapia se prolongue en el tiempo y este perro llegue a pensar que una sesión anónima, o no anónima, pero sesión al fin y al cabo, podría cubrir esa faceta. pero ¿y si no ocurre así? mi Dueño sólo está pensando en el bienestar de su perro y en estos meses que están siendo unos de los más duros que este perro recuerda. por supuesto no publico aquí algunas cosas de su no-vida porque incluye a personas y acontecimientos que no tienen que ver con el bdsm, pero que están cargando profundamente de tensión la no-vida de este perro. incluso en la forma de escribir, en los retrasos del blog se nota. supongo que esta linea de pensamiento seguirá adelante en los próximos días.
lo que sí puedo compartir es que hoy, una de las veces en las que fuí al baño, tras orinar, supuré como pocas veces ha hecho este perro. todo el retrete quedó cubierto de una especie de líquido pastoso, con una mayor consistencia. los días difíciles de la castidad están por llegar.
obediencia ciega para el esclavo, poder absoluto para el Amo.
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