no sé si será por la vena masoquista que tiene este perro, pero le encanta mortificarse viendo fotos como esta. ayer hablaba del cuero, mostrando un detalle, hoy aparece una visión de conjunto. ¿qué fetichista no caería rendido ante este Amo? los guantes, las botas, los chaps, incluso la actitud. nuevamente repito una de las máximas de este blog: el hábito no hace al monje, pero vaya si ayuda; al menos sirve para captar la atención. el cuerpo despierta en este perro sensaciones, sentimientos, emociones, pero también deseos y esperanzas, ilusiones y le da fuerza. a veces voy al sur no para hacer nada, sino para encontrarme con otros lederones, ver sus cueros y respirar el ambiente de fetichismo. así uno no se siente tan solo, no se ve como un bicho raro, sino que descubre que hay otros como él, que viven lo mismo, sienten lo mismo y desean lo mismo. entre nosotros el cuero es algo más que un material para hacer ropa.
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