martes, 15 de noviembre de 2011

cartas desde la mazmorra 23

desde la ooscuridad de la mazmorra donde vive este perro, algunas luces van apareciendo. como saben no es una mazmorra física, aún, pero no por eso deja de ser mazmorra. si mi Dueño tiene que dar permiso a este perro para prácticamente todo, este perro por sí sólo no puede hacer prácticamente nada. la aparente autonomía no es más que eso, apariencia.
desde esta mazmorra se le plantea a este perro el tema de la tortura. mi AMO me ha dicho varias veces que tiene derecho a torturarme y así es . es un tema complicado porque este perro teme al dolor: no le gusta por cuanto no se define como masoquista. sin embargo hay torturas y torturas. por ejemplo mi Dueño ha practicado con este perro el breath control, manteniendo una blosa cerrada en la cabeza mientras se encontraba atado. es una práctica peligrosa que alguien podría catalogar de tortura pero que este perro disrutó todos y cada uno de los segundos en los que estuvo ahí.
de igual forma el atar los genitales puede ser catalogado como tortura, pero igualmente, suscitan y producen placer en este perro. por tanto, al igual que ocurre con el dolor, la tortura es algo relativo, muy relativo, y de pende de la persona que la sufra. en el bdsm lo que para alguien pueda parecer insoportable es deseable para otro.
y luego hay situaciones extrañas como, por ejemplo, las pinzas en los pezones. sin ningún tipo de preparación, las pinzas en los pezones son insoportables para este perro, de hecho no soporta que se los toquen. sin embargo ha experimentado que, en el contexto de un uso de este esclavopor parte de su Dueño, y en un estado mental de subspace, no sólo son soportables, sino que además son deseables y producen cierto placer.
para este esclavo la clave es precisamente esa, la disposición mental que se induce cuando se es usado y tratado como un perro esclavo. en esas situaciones todo adquiere un único sentido: porque tu AMO lo quiere, porque es voluntad de tu Dueño. con esta idea en el horizonte todo adquiere mayor sentido y este perro puede soportarlo todo, el dolor, la humillación, el sufrimiento, la totura. algo que en un estado mental cotidiano sería devastador, se puede convertir en este estado en algo que te haga avanzar e tu sumisión y en tu entrega.
si mi AMO desea torturar a este esclavo, ¿qué puede hacer este perro sino someterse y ofrecer su cuerpo para que haga con él lo que desee?
feliz semana

1 comentario:

Anónimo dijo...

La tortura es quizás la forma más intensa de comunicación con un Amo, cuando sientes sus pensamientos y deseos en forma inmediata de dolor. No busques el más mínimo placer en ella, sólo sufrimiento. Devuélvele el regalo que de sí mismo que te hace con tus gritos, con tus muecas , con tus lágrimas, con lo que Él más aprecie en ese sufrimiento. Y no desees que te sea soportable, que sea deseable para tí sólo porque a Él le satisface tu dolor.