muchas veces hemos hablado en este blog sobre las vinculaciones y relaciones entre lo físico y lo moral, entre lo corporal y lo "espiritual". a veces hay experiencias difíciles de tragar, de asumir, pero cuando se hacen, igual que la comida, entran a formar parte de tu ser, de lo que eres. puede que no siempre sea agradable, que tengas que hacer un esfuerzo, o ser obligado a ello, pero es necesario pasar por ahí, como un niño que tiene que aprender a comer, a comportarse, a estar. tener que tragar aquello que no te gusta es una forma de domarte, de adiestrarte, de dominarte.
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