a los que siguen este diario les sonará una dualidad que siempre me ha llamado la atención, la relación fetichismo-naturaleza, donde el fetichismo de todo tipo es lo más contrario a la naturaleza que te puedas encontrar. por cuanto siempre me ha parecido que las comunidades bdsm se han desarrollado en las grandes ciudades, o han salido a la luz en ellas; me parece una especie de paradoja ver algún cuerero en el campo. este tema vuelve a mi mente al ver esta foto. es cierto que parece o se puede interpretar más como un motero que ha salido de excursión un domingo cualquiera y ha hecho una parada, pero este perro no puede evitar ver un Amo o un sumiso encuerado en medio del campo.
a veces me pregunto cómo deben pasarlo los fetichistas que viven en lugares pequeños, rurales, alejados de cualquier bar o lugar de contacto con otros fetichistas como ellos. es cierto que internet ha ayudado mucho a que estas personas puedan comunicarse, pero la realidad es la realidad y por mucho que fantasees con lamer botas o con oler cuero, en algún momento tendrás que encontrarte con alguien que los lleve. en ese sentido este perro se siente afortunado, aunque su Dueño se encuentre lejos, tengo la posibilidad de ir a su encuentro y arrodillarme a sus pies, y luego está el yumbo, que es todo un lujo. en el fondo me siento un ser muy afotunado.
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