frente a la falsedad de ayer, la realidad, la sumisión y la entrega, el collar bien apretado que es sinónimo de esclavitud y sumisión seria y profunda. aquí no hay trampa ni cartón, sólo un perro sirviendo a su Amo, haciendo su trabajo, o más bien, realizando su destino, porque para eso nació, para eso se transformó, para eso desmontó todos sus prejuicio y sus ideas preconcebidas sobre el sometimiento y la libertad, para eso se arriesgo, y para eso vive ahora. acabo de darme cuenta que no sé si describía al de la foto, o estaba hablando de mi mismo.
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