en muchas otras ocasiones, este perro ha reflexionado sobre la actitud, lo importante que es a veces, y lo vacía que se presenta en otras. una buena combinación de ambas es necesaria, en el sentido de que son los límites entre los que nos debemos mover. si, por un lado, no muestras con tu actitud aquello que buscas y deseas, si no expresar exteriormente su interior, difícilmente podrás encontrar un Amo, o un esclavo, telépata, que pueda leer la mente. una mirada al suelo, unos hombros ligeramente caídos, la cabeza un poco inclinada, indican un estado y una situación de sumisión que puede ser interpretada por el o los Amos como disponibildad y posibilidad de control. en el otro extremo estaría aquel sumiso que se presenta altanero, inquisitivo, retador, autosuficiente. tal vez sea ese el rollo que le vaya, pero será muy difícil que encuentre un Amo que le haga caso. del mismo modo, los Amos se mueven entre esos dos parámetros: una actitud lo suficientemente altanera para parecer atractivos, sin resultar inalcanzables, y una actitud cercana que invite al esclavo a confiarse, pero manteniendo el control. dicho así parece una especie de teatro, pero no es tanto eso cuanto dejar que el interior fluya y comportarnos como realmente somos. el hecho es que a veces cortamos eso pensando que lo estamos haciendo mejor, cuando realmente lo estamos estropeando, porque a pesar de todo lo que he puesto en este post con respecto a la actitud, lo mejor que podemos hacer es ser nosostros mismos y dejar que las cosas fluyan con naturalidad.
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