este ha sido el primer fin de semana tranquilo en casi tres meses y no he hecho prácticamente nada, sino descansar y escribir en mi diario sobre lo que significa ser un esclavo. mi Dueño me envió a media tarde algunas fotos suyas vestido de cuero y con botas. estaba increíble y, además de excitarme, me produjeron cierta tristeza por no poder lamer sus botas como Él se merece. la distancia es una fuerte prueba, pero con los medios actuales no es insalvable. su control sobre este perro es permanente y constante y está informado de todo por varios medios. a partir del mes que viene este control aumentará y será aún mayor. El dice que "apretará el collar y la correa estará más tensa". eso no me da miedo, al contrario, es el resultado de una súplica que le hice. ese momento llegaría pero durante esta última etapa me he dado cuenta de que necesito ese control y le supliqué que adelantara el momento. ya no es una cuestión de deseo, es una cuestión de bienestar. no puedo seguir a este ritmo y necesito que mi Dueño establezca las prioridades de este perro y controle su cumplimiento. sin eso me perderé.
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