jueves, 9 de junio de 2011

510 días de esclavitud

hoy he tenido una especia de revelación, un momento de iluminación, fruto del agotamiento y el estres de estas últimas semanas. no soy capaz de gestionar mi tiempo. en términos más finos creo que soy un adicto al trabajo, metiéndome en proyectos que solo salen adelante de con mucho esfuerzo y sufrimiento. mi Dueño se ha dado cuenta de ello y está preocupado por mi salud, que dentro de poco se resentirá de este ritmo. hoy no podía más. tenía sueño, estaba cansado y me mantenía en pie a base de café. hablé con El y le pedí ayuda. y por supuesto El se enfadó con este perro, sobre todo por el tema de la salud. no había querido forzar la máquina pero no le he dejado otro remedio. a partir de septiembre su control sobre mi vida será aún más duro. necesitaré su permiso para cualquier cosa. establecerá un horario semanal estricto y tendré que cumplirlo a rajatabla. en caso contrario seré castigado por realizar una desobediencia. no podré comenzar ningún proyecto nuevo que El no decida y me mantendré más pasivo y menos proactivo. lo va a controlar todo, absolutamente todo. en nuestro próximo encuentro en persona concretaremos los detalles. tengo la sensación de que la cuerda se ha cerrado más, de que el collar está ahora más duro que antes. lo irónico y paradójico es que fui yo quien le suplicó desesperadamente a mi Dueño que así lo hiciera.

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