cualquiera podría pensar que esta es una foto inocente, pulcra, de un joven sencillo que sonríe sin niguna malicia, maldad o doble intención. sin embargo basta echar un vistazo para darnos cuenta de que lleva un collar de esclavo, una cadena con un candado, cuya llave estará en manos de su Amo. desde este nuevo dato se me antoja que incluso cambia la cara del esclavo. ya no me parece tan inocente, ya no me parece tan pulcro ni sencillo, incluso su desnudez adquiere un nuevo significado. este esclavo no se parece al de la foto, pero sí que muy a menudo pienso en eso, en qué pensaría la gente que me conoce en mi no-vida si supiera lo que hago en mi vida. porque cualquiera que me viera por la calle pensaría que soy el vecino tranquilo del segundo, de hecho mis vecinos sí que lo piensan. sin embargo en privado, en la "catacumba" como le gusta decir a mi AMO, escribo cosas como estas y cuando voy a servirle y me arrodillo ante Él no las escribo ni las pienso, sino las vivo. supongo que eso debería servirnos de enseñanza sobre el prejuzgar a la gente por su aspecto o apariencia, porque podemos equivocarnos radicalmente.
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