convertirse en un perro se puede hacer de muchas formas. algunos sumisos llegan a un grado de sumisión tan profunda que incluso afirman que pierden la capacidad de hablar. algunas veces basta con ponerle un collar, o una cadena, o hacer que realice una acción como arrodillarse, ir a cuatro patas o, como en este caso, beber de un bol de perro. cualquiera de estas acciones puede activar una reacción que conduce al sumiso a "perder" su humanidad, a funcionar desde la parte más primitiva, más animal de nosotros mismos.
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