viernes, 30 de julio de 2010

minirelato LXXXI

el puñetazo en el estómago lo dobló. la patada en la cara lo desorientó. el clic de las esposas al cerrarse a su espalda lo sorprendió. su último recuerdo fue que lo llevaban en volantas hacia una furgoneta cercana.

No hay comentarios: