a veces el afecto en el mundo bdsm adquiere diferentes formas. una relación Daddy/boy, por ejemplo, es una relación que tiene que tener tintes de afecto, cariño, comprensión, etc.en una relación AMO/esclavo esto puede no estar presente. por eso es tan chocante para algunos ver muestras como estas entre tíos encuerados. a mi no me lo parece. en absoluto disminuye mi atracción, o mi sumisión. es más, a lo largo del tiempo he comprobado cómo una muestra de cariño antes, o después, de una bofetada, una sesión, una reprimenda, un castigo o una sesión se vive mucho más intensamente. se disfruta más, tiene más sentido, resulta mucho más estimulante.
4 comentarios:
A mí me sorprendió mucho el primer dominante con el que estuve. Terminada la sesión, con tortas y hasta ración de cinto, el AMO se mostró ligeramente cariñoso, lo que me sorprendió mucho. El AMO lo notó y me dijo que yo estaba para que me usase de la forma que le pareciese y que no se tenía porque reprimir si lo que le apetecía mostrarse así. Creo que el contraste de haber experimentado como me aplicaba el cinturón de forma inflexible como correctivo por mi ineptitud y que poco después mostrase afecto como lo más natural del mundo causó un sentimiento más profundo de sumisión en mí.
eso es justamente lo que pretendía expresar. gracias Andrés por compartir esta experiencia con tod@s.
Siempre he pensado que creer que el poder está sólo en la fuerza y el la agresividad es tener una mirada muy incompleta y parcializada del poder. ( Y sin ánimos de ser sexista, es una mirada que usualmente tienen en su mayoría los hombres, las mujeres siempre hemos conocido y utilizado otras formas de poder no agresivas y muy eficaces)
Hay esclavos capaces de soportar tremendas palizas, que sin embargo se desarman hasta las lágrimas ante la ternura. Tienen un alto umbral de dolor, pero paradojicamante, su umbral ante la dulzura es muy bajo.¡¡Casi no la soportan!!
Y esto resulta comprensible para mí, por ilógico que pueda parecer a otros.
estimada ROSANEGRA, entiendo perfectamente lo que quieres decir, tal vez porque no soy un varón al uso y he tenido que reformular muchos de los prejuicios que nos afectan a los hombres. a cada uno hay que romperlo de una manera para que entre en la sumisión, a unos con latigazos y golpes, pero a otros con caricias. así me engatusó mi AMO los primeros días, fue tejiendo sin darme cuenta alrededor mio una tela que, cuando me di cuenta, no pude romper. ahora no quiero, pero aunque quisiera, seguiría sin poder romperla.
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