viernes, 7 de mayo de 2010

minirelato LXIX

lo tenía fuertemente atado. la boca estaba llena con un trozo de tela y cubierta con cinta americana. las convulsiones le excitaron mucho, al igual que los ojos muy abiertos y la cara de pánico. los gritos convertidos en gemidos se la pusieron dura. dos segundos antes de que se desmayara le arrancó el trozo de cinta de la nariz y el aire comenzó a entrar. se puso a llorar desesperado.

No hay comentarios: