llegamos a la mesa de antes por el mismo camino y volví a sentir la mirada de los demás clientes del bar. allí lo esperaban sus amigos. antes de sentarse me quitó las esposas. casi no podía mover los brazos y ponerlos por delante.
-¡Túmbate! -dijo mientras se sentaba y señalaba un hueco que quedaba a su lado.
así lo hice, me tumbé y me acurruqué alrededor de su pierna izquierda. el tacto de su bota me relajó y cerré los ojos. EL puso su pierna derecha sobre mi y siguió hablando con sus amigos.
estábamos en unn lugar público, y yo allí, tumbado en el suelo, a la vista de todo el mundo, sin importarme lo que pensaran los demás, sujeto a la bota de mi AMO. en aquel momento sólo existía mi AMO. la conversación parecía animada pero yo estaba centrado en las palpitaciones de mi culo, y en las punzadas que me daban los brazos. bastó un chasquido de sus dedos para que me incorporara, mirándolo, esperando alguna señal.
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