llevaba un buen rato follándoselo encima del sling. las embestidas constantes le habían sumido en un estado de descontrol absoluto, donde sólo gemía. de pronto un cambio de postura y de ritmo le llevaron unas sensaciones nuevas. quiso avisar, pero antes de que pudiera evitarlo el caliente chorro de orina comenzó a caer sobre su pecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario