sábado, 19 de septiembre de 2009

propiedad y revolución

decir que perteneces a alguien, que eres de su propiedad, es desestabilizante a nivel personal y a nivel social. a nivel personal porque cuestiona todo lo aprendido durante prácticamente toda tu vida: la exaltación de la autonomía y la libertad, los derechos inalienables, el desarrollo personal como forma de felicidad, el selfmade man. a nivel social porque le da en los morros a esta sociedad donde se puede poseer de todo, incluso se posee poder sobre la vida y la muerte de otros, siempre que estén lejos, sean de otro color u otra religión, pero que alguien igual que tú sea propiedad de otra persona es irracional y enfermizo. muchos han buscado la revolución a bombazos y con gritos. a veces sencillamente hay que arrodillarse y lamer unas botas, poner unas manos para que las aten, dejar que hable el grito de una mordaza bien metida en la boca. no hay que menospreciar la capacidad transformadora y revolucionaria de la sumisión, de la esclavitud, de convertirte en propiedad. en el fondo el principal problema del mundo burgués capitalista actual es el individualismo que lleva a la soledad.

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