tengo una expresión que me sale de vez en cuando, muy a menudo últimamente: “hoy me he levantado muy perro”; la uso cuando, en determinado día, mi ser de esclavo está a flor de piel y el resto de mi vida me parece un simple teatro y una fantasía. los primeros síntomas se manifiestan con unos fuertes deseos de ser atado y amordazado a los pies de mi amo. tengo luego un ligero regusto a cuero en mi boca, a bota lamida. por supuesto sé que es un reflejo de mi mente ¿pero importa algo eso? esos días son días estupendos para tener sesiones porque se avanza muchísimo. los mecanismos de defensa psicológicos, levantados durante los años de educación y de de-formación, están en sus niveles mínimos y la re-educación puede tener lugar. abandonar los viejos hábitos y sustituirlos pro nuevos. es un momento especial para que el amo refuerce su presencia, su autoridad y su control sobre el esclavo. pero cuando la sesión no puede tener lugar por cualquier circunstancia también es un momento de frustración y de insatisfacción, de reconocer lo imperfecto y lo incompleto que es un esclavo sin amo y un perro sin dueño
1 comentario:
joder como te entiendo. Ami hay dias que me pasa lo mismo. Me levanto muy perro. Deseando ver a mi Amo, sentirle, adorarle. Estar debajo de sus pies, lamerle las zapas, los zapatos, las botas, los calcetienes...
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