el ego es el gran enemigo de un esclavo, y de un perro. el ego nos engaña pensando que somos diferentes, individuales, distintos, separados, que somos mejores que los otros, que por tanto, tenermos derecho a ser tratados mejor que el de al lado. falso, todo falso. una vez aceptado que este es tu camino hay que seguir por él, y luchar contra el ego. irónicamente eso da mucha libertad porque no hay que demostrarle nada a nadie, no tienes que quedar el primero. ganar no es lo más importante, ser el mejor se vuelve secundario. muerto el ego se acabó la competición y un esclavo no puede competir porque no tiene nada que ganar, porque no tiene nada que perder.... salvo tal vez el aprecio de su amo. solo debe obedecer y hacia ese fin deben ir todos los esfuerzos, todas las inquietudes, todas las motivaciones. el egoísmo no tiene cabida en la vida de un esclavo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario