miércoles, 21 de enero de 2009

la caricia de la sumisión



¿quien habló de dolor? ¿quién nombró la dureza? ¿quién dijo que en el bdsm no hay dulzura y cariño?. por supuesto no es la caricia romanticona y facilona de las películas y las series, es la caricia de un látigo, de una mano enguantada que te pone en tu sitio o te corrige por un error, es el agradecimiento del que se rinde ante un límite que debe superar porque le impide ser quién es. es la caricia de un amo sobre su perro cuando ha hecho bien un ejercicio y se merece una recompensa. no aspiro a más, sencillamente a seguir el camino que mi AMO me marca y hacerlo cómo EL quiere que lo haga.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Jamas he sido esclavo o sumiso de alguien, nunca he tenido ocasión pero ahora mismo, leyendo lo que has dicho hoy daría algo por serlo. Recibir esa ternura, esa caricia, esa complicidad del Amo debe ser una experiencia única.
Se que no sueles contestar pero quiero que sepas que me fascina lo que dices, lo que pones, tu manera de entender el tema.