mi AMO y yo vivimos separados. vivimos en islas distintas y una isla siempre es una isla. cuando estaba buscando a alguien a quien servir pensaba que éste era un impedimento insalvable. estaba equivocado. no sé como lo ha conseguido, porque es obra suya, pero mantiene su control sobre mi a varios kilómetros de distancia. en una de nuestras sesiones, hablando de los rituales y del hecho de poner un collar como señal de propiedad me dijo :"aunque no lo ves, tú ya llevas mi collar puesto, y no te lo podrás quitar hasta que yo quiera". me quedé paralizado. no era una pregunta ni una sentencia que permitiera ningún margen de interpretación; era una verdad absoluta que no admitía ni réplica, ni cuestionamiento, ni duda. eso era así y punto. lo peor, o lo mejor, según se mire, es que desde el primer momento supe que era verdad. desde entonces, momento en el que tomé conciencia de ello, he sentido muchas veces la presión del collar alrededor de mi cuello, a veces más fuerte, a veces parece que menos. el hecho es que está ahí. nadie lo ve, nadie lo puede tocar, y por eso nadie lo puede quitar; pero no por eso es menos real.
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