tenía toda la vida resuelta: un buen trabajo, de hecho se podría considerar que era un triunfador, con un buen sueldo. tenía un fantástico piso alquilado en el centro. cada fin de semana tenía que renunciar a más invitaciones de las que podía aceptar. su cuerpo estaba entrenado y lo había construido a conciencia en el gimnasio y renunció a todo. nada de esto lo llenaba. pensaba que sí hasta que lo conoció a Él. fue en un local buscando rollo a última hora de la noche. casí a primera de la mañana lo encontró. le miró una sola vez, debajo de esa goma, tras esa chaqueta de cuero, unas botas, esa seguridad. entonces se arrodilló ante Él y estuvo perdido.
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