ha sido un día muy extraño porque el objeto ha estado en la oficina, en silencio prácticamente toda la mañana, trabajando, concentrado, existiendo en su sumisión, viviendo como un esclavo a pesar de que para todo el resto del mundo era un ser libre y autónomo. no deja de ser irónica la diferencia entre lo que la gente ve y lo que el objeto es o siente. solo aquí, en el contexto del blog, es donde el objeto se expresa abiertamente y sin tapujos. aún así siente que todavía no es completamente transparente, a pesar de que mi Señor dice que debe abrirse en canal. no es algo que haga conscientemente, pero ha recorrido suficientemente la senda de la sumisión como para saber que el ego siempre está ahí, acechando para aprovechar cualquier oportunidad y saltar a la primera de cambio. es por eso que la humillación debe ser constante, el control permanente y la sumisión completa. en el momento en que empieces a pensar que eres un buen esclavo, en ese momento, es cuando empieza tu perdición. hoy el objeto ha estado centrado, equilibrado, y eso le ha llevado a pensar que tal vez está comenzando una etapa de autocomplacencia, que es cuando el ego se hace presente y aprovecha. afortunadamente mi Señor está siempre ahí, pendiente, evitando que eso ocurra y tirando de la cadena cuando es necesario.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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