ha ocurrido como estaba previsto, o como lo proveía el objeto. todo el día estuvo en una profunda sumisión y adoración hacia mi Señor. ha sido algo intenso. el objeto sólo podía pensar en mi Señor y en estar bajo sus botas y en adorarle. es como si tuviera que compensar un día como el de ayer, que podría haber ignorado completamente. no necesita salir con nadie. no necesita relacionarse con nadie. mi Señor es suficiente. mi Señor lo es todo. aún así el objeto tuvo que salir por la tarde para hacer algunas compras que llevaba retrasando. como tenía muchas horas acumuladas se ha tomado el día libre para compensar así que no ha tenido que ir al trabajo, aunque no ha dejado de trabajar en casa, nunca deja de trabajar, porque para el objeto realmente el trabajo no es trabajo sino parte de su existencia. y además el objeto sabe que a mi Señor le agrada que así sea, que aprenda cosas, que sea cada vez mejor. por eso existe, por eso lo hace, porque a mi Señor le agrada. no hay nada más que la Voluntad de mi Señor.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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