quería salir de ahí, huir, escapar. sin embargo no podía. estaba bien sujeto a la silla de pies y manos. el cuello estaba sujeto por un collar y no podía mover la cabeza hacia ningún lado, lo que le obligaba a tener la vista fija en la pantalla donde salían las imágenes y colores muy rápidos mientras unos sonidos salían por sus auriculares. pronto empezó a perder el control sobre sus músculos. luego no pudo concentrarse en nada más. lo siguiente sería olvidar, olvidar cosas, acontecimientos, hasta que llegaría el punto de olvidar quien era. no podía escapar pero tampoco podía quejarse ni protestar. era justo lo que había suplicado el Amo que hiciera con él.
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