la transformación tal vez no haya sido completa, porque con mi Señor siempre hay que dejar un espacio para la mejora, para el cambio, pero sí que ha sido muy profunda. hoy el objeto ha tenido un día muy humano pero eso no solo no ha alterado la existencia del objeto, sino que la ha profundizado, enormemente además. por la mañana el trabajo estuvo repleto de llamadas y de concertar citas y reuniones del nuevo trabajo. por la tarde mi Señor había ordenado al objeto que comiera con dos antiguas compañeras a las que hacía mucho tiempo que no veía y que habían insistido bastante. además una de ellas acaba de pasar por una enfermedad fruto de un accidente. cuando el día terminó el objeto no había perdido la calma ni un solo momento, se había mantenido en la más completa ataraxia y además sentía una profunda adoración por mi Señor. a última hora el objeto le escribió a mi Señor "el objeto no merece un Amo como mi Señor". a lo que mi Señor respondió: "Yo decido lo que te mereces o no te mereces si yo compro unas botas es porque esas botas merecen ser mías por lo tanto eso es aplicable a ti". sobran más palabras.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega
No hay comentarios:
Publicar un comentario