domingo, 13 de noviembre de 2022

día 4684 de esclavitud, castrado permanentemente

el objeto ha tenido que confesarse con el Dueño hoy. esto se levantó profundamente sumiso, servicial, entregado, dominado, controlado, en definitiva en subspace y la conversación inicial con el Dueño no hizo sino profundizar este sentimiento. y entonces el objeto se dio cuenta de que, desde que regresó la última vez de servir al Dueño, no ha obedecido sistemáticamente la orden de estar con el collar y los grilletes mientras está solo en casa. es una orden sencilla, que además le hace bien al objeto, por lo que cada vez encuentra más inconcebible que no la cumpla. no sabe si es por el calor o la comodidad de poder trabajar sin ellos pero, al final, es una victoria del ego y de la humanidad frente a la sumisión y la obediencia. los grilletes deben ser tan naturales como lo es la jaula o como lo son las botas. no es algo opcional, algo elegido. es algo ordenador por el Dueño para el bien del objeto. tal vez esta sea la clave de todo, el bien del objeto. porque el Dueño nunca hace nada en contra del objeto sino todo buscando su bienestar, su desarrollo como inferior, para que alcance al paz y la tranquilidad que tanto necesita y que siempre busca y que solo ha encontrado bajo las botas del Dueño. no es obligación del Dueño controlar si sus órdenes se cumplen. se deben cumplir y punto. cuando no ocurre entonces el objeto debe confesar que ha sido así y cumplir su penitencia.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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