el objeto ha tenido
que confesarse con el Dueño hoy. esto se levantó profundamente sumiso,
servicial, entregado, dominado, controlado, en definitiva en subspace y
la conversación inicial con el Dueño no hizo sino profundizar este
sentimiento. y entonces el objeto se dio cuenta de que, desde que
regresó la última vez de servir al Dueño, no ha obedecido
sistemáticamente la orden de estar con el collar y los grilletes
mientras está solo en casa. es una orden sencilla, que además le hace
bien al objeto, por lo que cada vez encuentra más inconcebible que no la
cumpla. no sabe si es por el calor o la comodidad de poder trabajar sin
ellos pero, al final, es una victoria del ego y de la humanidad frente a
la sumisión y la obediencia. los grilletes deben ser tan naturales como
lo es la jaula o como lo son las botas. no es algo opcional, algo
elegido. es algo ordenador por el Dueño para el bien del objeto. tal vez
esta sea la clave de todo, el bien del objeto. porque el Dueño nunca
hace nada en contra del objeto sino todo buscando su bienestar, su
desarrollo como inferior, para que alcance al paz y la tranquilidad que
tanto necesita y que siempre busca y que solo ha encontrado bajo las
botas del Dueño. no es obligación del Dueño controlar si sus órdenes se
cumplen. se deben cumplir y punto. cuando no ocurre entonces el objeto
debe confesar que ha sido así y cumplir su penitencia.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
domingo, 13 de noviembre de 2022
día 4684 de esclavitud, castrado permanentemente
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