la camisa de fuerza es algo que siempre ha llamado la atención al objeto porque produce la inmovilización pero permite llevarla puesta mucho tiempo debido a que no corta la circulación. como ha puesto el objeto en muchas entradas, es como darse un abrazo a sí mismo, de manera permanente, constante, inevitable. es como si el Dominante obligara al inferior a aceptarse y a darse ese abrazo. y al mismo tiempo con la capucha le obliga a enfrentarse al hecho de no tener rostro ni identidad. falta la mordaza, aunque la capucha está preparada para ponerla. lo que no falta es la jaula, que está sujeta al apéndice del inferior. todo habla de sumisión, de obediencia, de entrega y de sometimiento. la cadena marca el camino, la dirección a seguir, algo que el inferior no puede evitar. será llevado contra su voluntad si es necesario, aunque habría de preguntarse si, después de esto, este sumiso sigue teniendo voluntad.
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