la mazmorra es un buen sitio para trabajar, aislado del mundo, en silencio. a pesar de la oscuridad y del supuesto aislamiento, un inferior se siente bien en una mazmorra. escribir desde la mazmorra es escribir desde un punto de vista determinado. no estás influenciado por lo que los humanos piensen, no tienes que aparentar nada, no tienes que demostrar nada. no tienes por qué justificarte. la oscuridad te permite hacerlo desde la sinceridad más absoluta y profunda. y aquí viene de nuevo la paradoja: la esclavitud te da una gran libertad y el encierro abre todas las puertas. en esta paradoja vivimos los inferiores constantemente. podemos vivir lo que queremos, lo que somos, porque las puertas de la mazmorra, los barrotes de las ventanas, no son límites para nuestra expresión sino protección frente a las amenazas de fuera. dentro de la mazmorra estamos protegidos. dentro de ella podemos ser lo que somos sirviendo a nuestros Amos sin tener en cuenta lo que debería ser, lo que podría ser, lo que se supone que sea o lo que los demás esperan que seamos. en la mazmorra solo tenemos dos testigos: la voluntad de nuestros Amos y la oscuridad que nos envuelve.
1 comentario:
Qué gozada de libertad. Sacarías lo mejor que llevas dentro escribiendo así
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