no somos únicos, sino plurales. hay tantos fetiches como fetichistas y tantas combinaciones que no es posible establecer una ortodoxia, hasta el punto de que el bdsm es, justamente, todo lo opuesto al concepto de ortodoxia. es cierto que existen una serie de tradiciones que nos unen, unos valores y unas creencias, lo que en definitiva constituye una cultura. pero aparte de eso cada uno se construye como desea y como quiere. y ahí precisamente está la riqueza. alguien puede sentirse excitado por los uniformes, pero no por el cuero. un Amo puede llevar cuero y obligar a su esclavo a llevar latex, o viceversa. algunos nos gustan que nos aten y otros no lo soportan. hay quien se excita siendo un urinal y hay quien no puede mirar como eso ocurre. incluso más básico, puede haber bdsmeros que necesiten follar todos los días y otros que vivan en castidad permanente. hay boys, sumisos, esclavos, perros, gimps, objetos.... y hay Amos, Dominantes, Daddys, Trainers... el nuestro es un mundo plural, cambiante, que se renueva y que mantiene tradiciones. en definitiva es un mundo que está vivo.
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