día 4613 de esclavitud, castrado permanentemente

el objeto, obedeciendo órdenes del Dueño, nada más despertar realizó la adoración de sus botas. sencillamente las puso en un lugar elevado y se arrodilló ante ellas. a continuación tocó con su frente el suelo, volvió a estar de rodillas, las besó y volvió a tocar con su frente el suelo. fueron apenas unos segundos, incluso puede que haya sido menos de un minuto pero el objeto se sintió inundado de paz, de tranquilidad y de un profundo sentimiento de adoración hacia el Dueño. a continuación se dio los azotes que el Dueño había ordenado. a pesar de no estar completamente curado, el objeto tiene que empezar a volver a adquirir hábitos y prácticas anteriores a su lesión. por eso hoy se ha dado unos azotes como hacía anteriormente. cuando mensajeó al Dueño puso bajo sus botas todo esto. el Dueño le dijo al objeto que debía considerarse amordazado todo el día y que si hablaba más de la cuenta en el trabajo, tenía que confesarlo para ser castigado. el objeto fue a trabajar y efectivamente habló más de la cuenta así que por la tarde lo confesó al Dueño. el castigo que Éste le impuso fue que sábado y domingo el objeto estará sin jaula, sin adoración de botas y sin azotes. nuevamente cualquiera puede pensar que en vez de un castigo es una recompensa, pero ese es un pensamiento de alguien que no es esclavo natural. los inferiores sabemos que no poder hacer lo nuestros Superiores quieren que hagamos es un auténtico castigo. de todas formas el objeto ha aprendido la lección. debe volver a vivir y estar más en silencio, a hablar menos, aunque en su trabajo tenga que hacerlo. por supuesto agradeció al Dueño el castigo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.