al tirar de las correas de la capucha el cuero se pegó a la piel de su cara. el primer efecto fue que la mordaza se introdujo aún más en la garganta provocándole arcadas. la boca se le abrió más y comenzó a dolerle. no podía sacársela y ahora además tendría que quitarse la capucha. esta no tenía sino dos orificios para respirar. sin ojos sólo había oscuridad y notó como su respiración se agitaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario