ayer hablamos de las capuchas como forma de despersonalización y de objetificación. también hablamos de la privación sensorial como una forma de acercarse a esa objetificación. las mordazas y los artefactos que tapan los ojos o los oídos son como medias capuchas. hay una objetificación pasiva, aquella producida por la ausencia de los rasgos que hacen a un inferior humano, provocado sobre todo por las capuchas de las que hablamos. pero existe también una objetificación activa: la producida por las mordazas, las vendas o los auriculares que aislan del ruido. con ellas se impide que el sumiso vea lo que ocurre, escuche y se situe o diga su opinión o su criterio, que por otro lado no tiene ningún valor después de haber realizado la negociación. este es un proceso complejo y duro, muy duro, tal vez uno de los más duros en el mundo bdsm, tanto para Amos como para sumisos porque afecta profundamente a lo más básico de las relaciones humanas, a aquello que siempre han dicho que es lo fundamental. es un trabajo que tienen que hacer tanto los Dominantes como los sumisos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario