en toda sesión hay un momento de desesperación, de sentir que no vas a poder más, de que estás al límite. tal vez la mente diga que te has metido donde no debías y que has ido demasiado lejos. no tiene que ser necesariamente una cuestión de dolor, a veces el placer, un placer muy intenso y duradero tiene el mismo efecto: llevar al sumiso al límite. para los nuevos es una experiencia que los desborda porque en el fondo es una experiencia de una pequeña muerte. es el último grito de auxilio del ego que ve que está perdiendo la partida. al mismo tiempo es el triunfo del Amo que está venciendo. por el camino han quedado miedos, dudas, problemas de comunicación, cuestionamiento de valores, aprendizajes de nuevas ideas. es un momento importante. es como cuando un avión rompe la barrera del sonido. en cuanto lo hace vuela mejor y más rápido. lo mismo ocurre con los inferiores. una vez pasada esa frontera todo se vuelve más fácil.
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