el objeto sigue con
su proceso de rehabilitación yendo a la piscina, a la talasoterapia. aún
no se dedica a hacer ejercicio propiamente dicho pero sí que se relaja
con los diferentes chorros, que el objeto apunta estratégicamente a los
puntos donde duele más. en cierta medida es como una forma de
autotortura. es muy doloroso pero al final, cuando termina, el dolor ha
desaparecido. es una especie de simil de lo que pasa en el bdsm. los
inferiores sentimos, antes de comenzar nuestro viaje, una inquietud, una
ansiedad existencial. sentimos que algo no va bien, que las cosas no
cuadran, que algo está en desajuste. ese es el principio. entonces
empiezas a buscar porque la inquietud se va volviendo dolor, temor,
tristeza... es una especie de lesión del alma, un dolor persistente que
se mantiene en el tiempo. los afortunados encontramos en un momento dado
el bdsm: alguien atado en una película, un motero todo de cuero, una
situación de dominio entre dos hombres, una escena de tortura en una
película.... el punto de partida puede ser diferente para cada no.
entonces se inicia la búsqueda. antes era muy difícil pero con internet
todo se ha vuelto más fácil. si la fortuna sigue conoces a un Amo que te
va guiando, enseñando, etc. y entonces llega: esa sesión en la que el
dolor te hace creer que no vas a poder soportarlo pero cuando termina,
el dolor existencial ha pasado, desaparecido. y cuando el dolor físico
también termina entonces ya no hay dolor, ni de un tipo ni de otro. los
inferiores más afortunados comprenden entonces que ese es el final del
camino, la meta, que no es sino otro comienzo. descubres que la sumisión
es la vacuna contra tu dolor. o dicho de otras maneras, la sumisión
voluntaria es el remedio contra esa ruptura y esa ansiedad desaparece.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
domingo, 31 de julio de 2022
día 4580 de esclavitud, castrado permanentemente
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