podría ser cualquier aeropuerto del mundo, de hecho podría ser alguien que estuviera frente al objeto mientras esto va a visitar al Dueño. y por supuesto miraría sus botas, igual que él miraría las del objeto y posiblemente nos identificaríamos, nos reconoceríamos como boteros, como fetichistas de las botas. porque ya nadie lleva botas por necesidad, al menos en estos contextos, sino porque le gustan o porque su Amo ha hecho que le gusten. pero además su equipaje hace volar la imaginación, haciendo creer al objeto que le gusta el cuero, no sólo las botas. es uno de esos casos 50/50, donde puede ser una cosa, o la otra, o ninguna de las dos. esto no sabe si producirá el mismo efecto en otras personas cuando va al aeropuerto o cuando camina por la calle. no lo había pensado, sinceramente. no sabe si efectivamente así es, si otros vuelven la mirada y se preguntan si le gustará el bdsm. de hecho el objeto ha pensado que tal vez, en alguna ocasión, se haya cruzado con un lector del blog, tal vez otro Amo u otro esclavo, y se haya preguntado si al objeto le iba el tema. esta es nuestra condena y nuestra gloria: estar semioculto pero a la vez queriendo darte a conocer y mostrar tus deseos más profundos y "vergonzantes".
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