el objeto siempre ha pensado, y lo ha escrito en este blog, que una buena camisa de fuerza, así sea de cuero o de latex, es como darte un fuerte abrazo a tí mismo. no deja de ser una muestra de autocariño, de autocuidado. la mayoría de la gente no soportaría la constricción que produce. sin embargo al objeto le parece tranquilizador, calmante, relajante. si además a eso añadimos el silencio, tenemos el pack completo. porque un inferior no debe moverse sin permiso de su Amo, y mucho menos hablar sin que sea preguntado o sin que se le de permiso. el silencio y la disponibilidad absoluta deberían ser las máximas sobre las que construir su existencia. son la forma más pura de sumisión: ceder la palabra y ceder la acción, someterlas al juicio de otra persona, de alguien Superior. no tenemos derecho a la autonomía. los inferiores más inferiores dependemos de los Amos para sobrevivir. no hay otro camino.
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