ha pasado ya una
semana desde que el objeto regresó de servir al Dueño y aún sigue con
los efectos del viaje. principalmente es la pérdida del equilibrio ya
que el objeto se siente extremadamente triste y le está costando mucho
volver a entrar en el mundo de los seres humanos haciéndose pasar por
ellos. hoy ha sido un día especial en ese sentido, por malo. a pesar de
que el objeto tenía trabajo por la mañana y clases online por la tarde,
la verdad es que no se ha sentido nada bien. echa de menos las cadenas,
estar rodeado de las botas del Dueño, no tener que decidir absolutamente
nada y sobre todo, sobre todo, obedecer, obedecer ciegamente. regresar
de servir al Dueño, de estar bajo sus botas es como haber tocado un
pedazo de cielo y después tener que volver a la tierra, a lo mundano, a
lo concreto. en parte es un auténtico sufrimiento.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
lunes, 28 de marzo de 2022
día 4456 de esclavitud, castrado permanentemente
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