día 4423 de esclavitud, castrado permanentemente

hace años, muchos años, 13 al menos o más, que el objeto no recordaba haberse comportando como ha tenido que hacerlo hoy. desde que es una propiedad del Dueño ha estado muy presente el mandato de que el objeto no debe dejarse pisar por nadie, y hoy ha habido una persona que ha intentado hacerlo, y además de una forma dura, despiadada, con mala idea, vulgar y sencillamente asquerosa. el objeto ha tenido que dejar de un lado cualquier consideración para evitar que no sólo pisara al objeto, sino que, indirectamente, humillara al Dueño. al ser un miembro de Su Casa, una propiedad que lleva Su Sello, cualquier ofensa al objeto es una ofensa al Dueño, y aunque lo primero podría ser pasable e incluso en determinadas circunstancias, aceptable; lo segundo es impensable en cualquier circunstancia. al final ocurrió, el objeto puso a esa persona en su sitio. fue violento, pero necesario. no hubo agresiones ni nada por el estilo. fue todo verbal, pero no por eso menos duro. por supuesto el objeto se refiere a esa compañera que los ha dejado tirados. la mañana comenzó con una reunión con los superiores en el trabajo, que no supieron poner a esa persona en su sitio. realmente se vieron desbordados porque vinieron con una actitud dialogante para resolver un problema y se encontraron con un muro. fue algo dantesco. en un momento dado el objeto dejó de ver a esa persona y solo vio a su ego, que lo había colonizado todo. la había dominado de tal manera que no atendía a razones de ningún tipo. el diálogo no fue tal y la persona responsable tuvo que irse ante la imposibilidad de llegar a un arreglo. sin embargo lo peor fue después cuando tuvimos que seguir trabajando con esa persona, que mantuvo esa actitud durante toda la mañana. era algo insostenible, así que al final todo estalló y le dijimos lo que pensábamos de su comportamiento. no perdimos las formas pero mejor lo hubiéramos hecho porque el fondo era terrible. en cualquier caso el objeto tuvo que plantarse porque tenía orden del Dueño de no dejarse pisar y el Dueño confirmó que su comportamiento había sido el adecuado.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.