el primer paso de este viaje que es la sumisión es tomar conciencia de que las cosas empiezan a no depender de ti, a que entregas el poder a otra persona. nada consigue este efecto mejor que el bondage, de la manera que sea. es evidente que cuanto más estricto y elaborado el bondage, más intensa es esa sensación. igualmente amordazar implica que tampoco puedes usar la palabra. los humanos usan la palabra para pedir, para opinar, o en el caso de una sesión, para pararla. también la usan para decir cuando algo no les gusta. la mordaza evita todo eso. es otra forma de impotencia, de indefensión. en estas primeras etapas del viaje no tendrá el sentido que adquirirá más adelante: el de silenciar el alma del inferior de forma que todo, absolutamente todo, depende del Amo.
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