cada día el objeto interioriza más el hecho de que la palabra es innecesaria, que solo lleva a la confusión, y en el caso de los inferiores al caos, la desobediencia y la equivocación. no sólo es el hecho de que la opinión de un inferior sea irrelevante, es el hecho de que la de un objeto no vale nada, no sirve para nada, no debería existir. los objeto no hablan, no opinan, no tiene consideraciones, no necesitan hablar. los Amos hablan por ellos. cualquiera, muchos, considerarían que eso es una falta de respeto, una falta a los derechos humanos. es un error comprensible porque siguen considerando a los objetos humanos, y por propia definición no lo son. los esclavos voluntarios que llegan al punto de sumisión equivalente a lo que llamamos "objetos", no desean ni esperan ser tratados como humanos. eso es justamente uno de los peores castigos que pueden recibir. tampoco es apropiado usar los verbos que el objeto va a utilizar pero no encuentra otra forma de expresarlo: quieren, desean, necesitan ser tratados como objetos. es la única forma que tenemos de sentirnos integrados en este mundo, de encontrar un lugar en él, de poder sobrevivir en él. hacer hablar a un objeto, hacerle dar una opinión es un acto de crueldad. por eso su palabra no es necesaria. por eso debería pasar toda su existencia amordazado.
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