lunes, 13 de diciembre de 2021

día 4350 de esclavitud, castrado permanentemente

el estado anímico que comenzó este fin de semana ha empeorado un poco. una de sus manifestaciones es que parece que el objeto está enfadado con su entorno, con el mundo, y no hace más que imaginarse en la mazmorra, en la Granja, tal y como lo ha planteado el Dueño en las últimas ocasiones: aislado, encadenado, amordazado y sin tener contacto con nadie del exterior, trabajando desde allí, leyendo y escribiendo. el Dueño dice que es inevitable y que sólo es cuestión de tiempo, que encajen las piezas y que ocurrirá inexorablemente. la tentación del objeto ha sido hoy pone bajo las botas del Dueño que se ya, hoy mismo. nada de lo que rodea al objeto parece merecer la pena. el trabajo que realiza parece no tener efecto. simular ser humano, estar entre los humanos, se le hace cada vez más imposible, más duro, más difícil. el objeto entiende que para la mayoría de los lectores del blog es escenario que presenta es extraño, duro, incluso no realizable, más propio de una fantasía que de una realidad. sin embargo la propia vida del objeto desmiente eso: el objeto mismo creía que era imposible llevar una jaula de castidad permanentemente y ahí está, o vivir amordazado y no poder hablar delante del Dueño, y ahí está. o depender del Dueño tal como lo hace, y ahí está. cada cosa que el Dueño ha ido planteando, se ha cumplido. se ha tardado más o menos, se ha dado un paso para delante y alguno para atrás, pero ahí está. si el Dueño quiere que viva encerrado sin contacto con otro humano que no sea Él, dedicado a servirle, obedecerle, darle placer y hacerle feliz, ocurrirá. días como el de hoy hacen que el objeto se de cuenta que está más cerca de lo que parece, y no porque lo desee, un objeto no tiene derecho a desear, sino porque se acerca el día en que el objeto no pueda vivir entre los humanos, ni simular ser uno de ellos nunca más.

sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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