tanto Superiores como inferiores nos pasamos gran parte de nuestra vida esperando. los primeros esperan un inferior que acepte lo que es, que haya deconstruido, o esté dispuesto a hacerlo, todo lo que la sociedad le ha inculcado sobre valores, prácticas, creencias, sexualidad..... es una tarea inmensa, muy ardua y difícil y por eso los auténticos sumisos son tan difíciles de encontrar. los segundos, por su parte, esperamos encontrar ese Amo que consiga dominarnos, que pueda imponerse sobre el ego y nos obligue, en cierta medida, a no posponer nuestro compromiso con la sumisión, con el hecho de haber nacido para servir y ser sometido. en el fondo todos esperamos. durante la espera vamos teniendo pequeños escarceos, compramos material, leemos libros o blogs, acudimos a encuentros, haciendo que la espera sea más llevadera. muchos esperan en los gimnasios, otros encerrados en casa deprimidos. algunos, solo algunos, los más afortunados, consiguen no esperar más, porque su búsqueda ha terminado, al menos este tipo de búsqueda, y empieza la otra, la que se llama entrenamiento, y luego se va profundizando cada vez más, unos en la Dominación y otros en la sumisión. tal vez si comprendiéramos que todos estamos en este viaje y que cada uno espera una cosa y camina a un ritmo determinado, tal vez la espera sería más llevadera.
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