los lugares también tienen sexo, al menos en el bdsm. hay lugares muy excitantes y los hay menos. a algunos les gusta hacerlo al aire libre, con el peligro de ser pillados o donde nadie pueda hacerlo pero hay espacios sexuales, muy sexuales. tanto a Superiores como inferiores nos pone un sótano, un espacio en ruinas, un cuarto oscuro o un callejón. son lugares en los márgenes, no centrales, como nuestra sexualidad y nuestra forma de vida. vivimos lo que somos en esos lugares, semiescondidos, semiocultos. allí vivimos nuestra realidad, nuestra sexualidad. allí adoramos, obedecemos, nos sometemos y adoramos a nuestros Superiores. allí podemos ser lo que somos realmente.
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