otro día de navidad
en el que el objeto ha estado descansando. cree que ya se ha recuperado
un poco pero no sabía lo cansado que estaba. ha intentado trabajar un
poco pero no ha avanzado mucho. al realizar un trabajo intelectual, y al
haberse matriculado de un curso online, tiene que hacerlo y aprovechar
estos momentos en los que no tiene trabajo presencial. es curioso como
todo parece irse conformando. los últimos cambios, el confinamiento por
la pandemia y los avances tecnológicos hacen posible, actualmente, poder
trabajar estando encerrado, algo que hace algunos años era bastante
complicado. ahora el objeto cree que podría trabajar desde su mazmorra,
sin tener que ver a nadie, sin tener que tener contacto con nadie que no
fuera el Dueño. a algunos les parecerá algo extremo pero no lo es si
partimos de la base de que cualquier trato con humanos se ha convertido
para el objeto en un auténtico problema. por supuesto esto no es tan
iluso como para pensar que no es necesario un periodo de adaptación pero
hay precedentes. los cartujos, por ejemplo, pasan la mayor parte de su
tiempo en soledad, aislados del mundo exterior, realizando trabajos que
les permiten sobrevivir pero en sus habitáculos casi autosuficientes. no
es casualidad que a esos lugares también se les llame celdas
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega
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