ha sido un día
profundamente agotador, primero porque comenzó a las cinco de la mañana.
el objeto tenía que hacer una gestión oficial a las siete y media. sí,
parece raro pero así es. se forzó una cita para realizar un trámite y el
objeto tuvo que estar a esa hora en la puerta del ayuntamiento. era un
trámite de urgencia y ante el temor de quedarse dormido el objeto se
despertó muchísimo antes. además el viernes es el peor día del objeto en
el trabajo con reuniones y cosas por el estilo. por la tarde había
quedado, con permiso del Dueño, con algunos compañeros de un trabajo en
el que estuvo hace ocho años. la razón principal fue que hace apenas
unos meses ha fallecido el padre de una de las compañeras y queríamos
darle apoyo. sólo fuimos tres personas así que no fue nada
multitudinario. el objeto ha limitado su interacción social al mínimo y
sólo presenta bajo las botas del Dueño aquellas que considera
imprescindible para mantener su coartada o por alguna razón que sabe el
Dueño valora, como esta. el Dueño es duro, exigente, sádico, estricto,
pero sobre todo es buena persona y siempre está a favor de ayudar a los
demás. comprende el objeto que esto puede parecer extraño pero así es,
al menos es lo que ha percibido el objeto a lo largo de estos años. el
Dueño siempre está dispuesto a ayudar y si el objeto puede hacer
extensiva esa ayuda a su entorno, el Dueño siempre da permiso. para la
sociedad somos seres perversos, sin embargo ayudamos en lo que podemos a
hacerla mejor, otra de las paradojas del bdsm.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega
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