las esposas de metal son tal vez lo primero que un fetichista del bondage consigue. no son tan caras como pudiera parecer y se encuentran prácticamente en cualquier sex-shop, al menos las vulgares. después hay fetichistas de las cadenas y los metales que se gastan auténticas fortunas en esposas complicadas y complejas. desde luego es un salto cualitativo. acostumbrado a atar y a atarte, con lo primero que tienes a mano primero caen los cinturones, luego la cuerda que sobró de donde cuelgas la ropa, etc. tal vez incluso has ido a leroy merlin y te has atrevido a comprar cuerdas. por supuesto las esposas superan todo eso. sin embargo pronto te das cuenta que no son la mejor herramienta para el bondage, especialmente el que empieza a gustarte, el bondage extremo, durante mucho tiempo y radical. tienen estas esposas la propensión a cerrarse apretando excesivamente las muñecas, con el riesgo de producir daños permanente. también acaban siendo algo incómodos. el siguiente paso, es el consejo de un simple objeto, son las esposas o muñequeras de cuero. mucho más cómodas y hasta diría efectivas, si que son la herramienta perfecta para un buen bondage. son mas caras, pero merece la pena la inversión. mientras llegan, unas buenas esposas de metal vienen de maravilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario