el otro día el objeto estuvo leyendo un artículo de los que publican en recon los usuarios de la red social. hablaba de los conflictos internos que a veces tienen que afrontar los inferiores y entre ellas, en los locales y los encuentros internacionales, estaba la sensación de que su estética no era la adecuada porque no era tan buena o tan perfecta como la de algunos que copan las redes sociales. al final es la repetición del error que se cometía en los bares gays: primar la estética sobre cualquier otra consideración. allí había ratas de gimnasio que se pasaban la mitad del día machacando los músculos, pero luego tenían un cerebro minúsculo y era imposible mantener una conversación con ellos. los que van impolutamente vestidos y convierten la estética en la base de su relación bdsm están tan perdido como quienes van a un bar leather a buscar marido. no significa que no haya, ni que no puedan hacerlo, pero se pierden la mayor parte de la diversión. en muchas ocasiones hemos hablado en este blog de poner por delante la ética a la estética. de hecho esto lo ha comprobado con el Dueño. tenemos kilos y kilos de material, pero al final usamos siempre dos o tres cosas, aquellas que el Dueño prefiere y que tiene mayor efecto en el objeto. lamer las botas de un Amo tiene sentido no porque sean wesco o embossy, altas o bajas, sino porque son las botas de un Amo, y así le mostramos respeto. si esto no es así estamos empezando a equivocarnos.
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